ENTREVISTAS a Luis y Claudia Favero, Miguel Carnevali, Marina Trabe, Luzes Luces, Amaia Fotografías, Rubén Bocasucia, Sergio Poli, El Mago Luas, Banda en COnstruccion y muchos más.
http://www.reddecentrosculturales.blogspot.com
CoProducción Radio Estacion Sur y Red de Centros Culturales
ESPECIAL 10 años FAVERO by Red de Centros Culturales
Daniel (o Dane) era estudiante de la carrera de Letras en la Facultad de Humanidades y militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Vivía en un departamento de la calle 57 N° 880 (entre 12 y 13) junto a su compañera, María Paula Álvarez; ambos fueron secuestrados por un grupo de tareas de la Brigada de Investigaciones. Desde entonces, toda su familia -y en especial su mamá, Amneris-, comenzaron incansablemente su búsqueda y la lucha por el juicio y el castigo a los responsables de su secuestro. Su mamá fue una de las primeras integrantes de Madres de Plaza de Mayo de La Plata.
La idea de comprar esta casona y transformarla en un centro cultural abierto al barrio y a la militancia, surgió cuando los hermanos de Dane (Claudia y Luis) recibieron el dinero de la reparación económica por parte del Estado, hacia quienes fueron víctimas directas de su terrorismo. En el centro (que no recibe subsidios del Estado, sino que se autogestiona) se realizan: talleres de danzas, tango, fotografía, guitarra, tejido, yoga, encuadernación, etc. Tiene también, una biblioteca llamada “Evaristo Carriego”.
Se editaron dos libros con algunos de los poemas de Dane: el primero se llama “Los Últimos Poemas” y su edición es del año ‘92; y el segundo, titulado “Nosotros, Ellos y un Grito” salió a la luz en el ‘07.
La de Daniel es una historia como tantas otras, que nos plantea una pregunta crucial sobre nuestro presente: ¿Cómo sería la ciudad de La Plata hoy, con sus miles de Desaparecidos vivos?
'Las palabras eternas son de los combatientes,
porque amor, libertad, son principio de lucha
y son fin de banderas y de sones de pueblos.
Las palabras eternas no caben en la historia,
no tienen tradiciones, no se rigen por leyes,
son lo que se descifra cada día en el viento.
Son y deben soltarse del dogma carcelario
que indefectiblemente será pasado siempre.
Por eso, se diría que es eterna la lucha;
ideas temporales seguirán enfrentándose
y amor y libertad continuarán flameando
y siendo las consignas de todos y de nadie.'
(Poema de Daniel Favero escrito a los 17 años y extraído de su libro compilatorio "Nosotros, ellos y un grito")
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Daniel (o Dane) era estudiante de la carrera de Letras en la Facultad de Humanidades y militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Vivía en un departamento de la calle 57 N° 880 (entre 12 y 13) junto a su compañera, María Paula Álvarez; ambos fueron secuestrados por un grupo de tareas de la Brigada de Investigaciones. Desde entonces, toda su familia -y en especial su mamá, Amneris-, comenzaron incansablemente su búsqueda y la lucha por el juicio y el castigo a los responsables de su secuestro. Su mamá fue una de las primeras integrantes de Madres de Plaza de Mayo de La Plata.
La idea de comprar esta casona y transformarla en un centro cultural abierto al barrio y a la militancia, surgió cuando los hermanos de Dane (Claudia y Luis) recibieron el dinero de la reparación económica por parte del Estado, hacia quienes fueron víctimas directas de su terrorismo. En el centro (que no recibe subsidios del Estado, sino que se autogestiona) se realizan: talleres de danzas, tango, fotografía, guitarra, tejido, yoga, encuadernación, etc. Tiene también, una biblioteca llamada “Evaristo Carriego”.
Se editaron dos libros con algunos de los poemas de Dane: el primero se llama “Los Últimos Poemas” y su edición es del año ‘92; y el segundo, titulado “Nosotros, Ellos y un Grito” salió a la luz en el ‘07.
La de Daniel es una historia como tantas otras, que nos plantea una pregunta crucial sobre nuestro presente: ¿Cómo sería la ciudad de La Plata hoy, con sus miles de Desaparecidos vivos?
'Las palabras eternas son de los combatientes,
porque amor, libertad, son principio de lucha
y son fin de banderas y de sones de pueblos.
Las palabras eternas no caben en la historia,
no tienen tradiciones, no se rigen por leyes,
son lo que se descifra cada día en el viento.
Son y deben soltarse del dogma carcelario
que indefectiblemente será pasado siempre.
Por eso, se diría que es eterna la lucha;
ideas temporales seguirán enfrentándose
y amor y libertad continuarán flameando
y siendo las consignas de todos y de nadie.'
(Poema de Daniel Favero escrito a los 17 años y extraído de su libro compilatorio "Nosotros, ellos y un grito")
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